lunes, 25 de octubre de 2010

EN LOS ZAPATOS DEL CLOWN


EN LOS ZAPATOS DEL CLOWN
Psique y cuerpo del clown
el clown no existe separado
del actor que lo interpreta.
Todos somos clowns.
Jacques Lecoq
El clown es un ser existente en la intimidad de cada persona, que vive ahí, en las sombras, todo el tiempo buscando cualquier posibilidad para salir… generalmente lográndolo cuando estamos solos o con alguien de mucha confianza(viéndonos en el espejo del baño, jugando, platicando solos, siendo tiernos con alguien, etc.…simplemente cuando nos sentimos no observados ni juzgados.) . Es increíblemente sincero, enamorado de la vida, se deja llevar por su asombro, cuando se interesa en algo va tras ello, cueste lo que le cueste, sin rendirse nunca hasta lograr su objetivo, o porque algo nuevo a hecho que olvide su actual labor (puede estar interesado en su lectura y en eso pasa una mariposa que hace que se olvide de su lectura para pasar a interesarse de lleno en la mariposa). Es una persona con una gran autoestima, segura de sí misma, persistente y torpe. Pero torpe porque en su quehacer es impulsivo, y esto lo lleva a la torpeza (caerse, golpearse, meterse en problemas, etc.), para un ejemplo podemos ver a Charlotte1. Cómo pasa de un problema a otro sin siquiera desearlo, el tan solo hace lo que quiere, sin fijarse a donde lo llevara esto.
El clown ha existido desde mucho tiempo atrás. Con distintos nombre y formas, de acuerdo a cada cultura. A este siempre se le ha identificado con un personaje del pueblo, queriendo decir con esto que generalmente se trata de una persona modesta. Pero nosotros refirámonos a los clowns más cercanos a nuestros días. Algunos de estos son: Cantinflas, El gordo y el flaco, Charles Chaplin, Buster keaton, Mrs. Bean, Roberto Benigni, entre otros. Sobre esto, Jesús Jara ase un estudio minucioso en su libro “El clown, un navegante de las emociones”, por si a alguien le interesa saber más a fondo sobre las distintas manifestaciones del clown, en las culturas.
¿Qué similitudes podemos encontrar entre estos personajes?
Que son personas no maliciosas, amigables, que siempre ven el lado bueno de la vida, gente de un nivel social bajo, continuamente viven en la desgracia, o son vagabundos, mil usos, desempleados, etc. Siempre ayudando a los demás. Claro cada uno con sus características propias. Tanto físicas como de comportamiento.
Lecoq, se refiere a las características del clown, como únicas de cada clown, encontradas en el propio actor. Lecoq dice: El clown no existe por separado del actor que lo interpreta.
Y luego nos cuenta cómo es que llegan a encontrar el caminado de los clowns:
Buscamos en el cuerpo las formas de andar ocultas. Observando la forma de andar natural de cada uno, descubrimos sus elementos característicos (un brazo que se balancea más que otro, un pie que se desvía hacia dentro, un vientre ligeramente prominente, una cabeza inclinada hacia un lado) que vamos exagerando progresivamente hasta alcanzar una trasposición personal. Nunca, en un clown, es resultado de una composición exterior, sino siempre del desarrollo extremado y meticuloso de una manera de andar personal.
Como podemos ver la búsqueda de un clown, es algo personal, siempre muy ligado a uno, permitiéndome afirmar que más que en cualquier búsqueda actoral, búsqueda que encamina al actor inevitablemente a un reconocimiento personal.
La película de “la vida es bella”2 nos muestra todas las características de un clown de manera muy clara. Una persona para nada ingenua, al contraria, muy viva e inteligente, siempre preocupándose por sus seres queridos, impulsiva y llena de sorpresas.
El clown no trata de hacer reír, sino que nos reflejamos en él o identificamos a alguien, su torpeza nos recuerda la nuestra y esto nos causa gracia. “Reímos de lo que hace, por lo que hace o deja de hacer, reímos por lo que imaginamos y, sobre todo, reímos porque o nos identificamos con él o identificamos algo o a alguien en su comportamiento.”3 Mientras que nosotros tratamos de no mostrar nuestra torpeza, a él le es esto imposible. “Fue entonces, al verlos en aquel estado de abatimiento, cuando todo el mundo se echo a reír, no del personaje, sino de la persona misma, puesta así al desnudo”4. La naturaleza del actor, su debate con su yo, queda inexistente cuando logra darle vida a su clown. Ya no es el actor pensante, que decide lo más conveniente, ya no hay tabús morales, ni deber ser. Ahora se es un ser libre, tal vez un poco anarquista, que siempre hace lo que quiere hacer, no lo duda ni un segundo, simplemente va. El clown no duda. Y esta forma de ser, es lo que lo meterá constantemente en problemas con una sociedad distinta a su naturaleza. Es un apestado de la sociedad. Pero que nos hace reír porque nos da ternura, nostalgia, en algunos compasión, queremos protegerlo como a un niño. Y el clown tiene mucho de niño, mas no es un niño. Se ha dicho que el clown es el reflejo de nuestra infancia. Y tienen razón, pues el clown es como el niño que le dice a su mama que al señor de enfrente le huele la cola, que tiene la mirada pura e inquisitiva de un niño, siempre aprendiendo, jugando, inocente. Sobre esto Jara dice:
Hay muchas características de los niños en el universo del clown, en su comportamiento, su forma de razonar, su manera de afrontar los problemas. En sus bromas, sus reacciones, sus cambios de humor, como por ejemplo pasar del llanto a la risa sin transición.
Sobre esto del cambio de humor, Lecoq, lo explica un poco más claramente:
El clown, hipersensible a los demás, reacciona entonces a todo lo que le llega, oscilando así entre una sonrisa simpática y una expresión triste.
Y ciertamente, cuando me pongo mi nariz roja, y dejo salir a mi clown (Se a autollamado Astrogel la mayor parte del tiempo), mi cuerpo se vuelve más sensible a todo lo que me rodea, mis sentidos están más despiertos. Visualizo claramente lo que pasa a mi alrededor, viendo cada detalle, sintiendo cada mirada.
Pero a diferencia del niño, el clown tiene toda una vida de experiencia que el niño no. Podemos decir que es un adulto que no ha dejado de ser niño.
Diremos que el clown, más que un personaje establecido, como lo sería Arlequín,5 es un hombre actor, que se ha permitido liberarse de tapujos, dejándose sorprender de sí mismo. “Cuanto menos se defienda, cuanto menos trate de interpretar un personaje, cuanto más se deje sorprender el actor por sus propias debilidades, con más fuerza aparecerá su clown.”6
Una parte muy importante del clown es la intuición. Un bebé aprende rápida mente como acomodar su cuerpo al caer de igual manera que lo hace un gato. Un gesto de supervivencia. De igual modo el clown necesita de esta herramienta pues en su cotidiano, como ya vimos, cae continuamente. Vive a la orilla del desastre, en un mundo caótico. Y si quiere sobrevivir a este, a de aprender a manejar su cuerpo de modo que nunca salga lastimando. Y es en esta parte donde el clown está más cerca al circo o al deporte que al teatro, pero de ningún modo separado de este. El cuerpo del clown debe ser como de liga, capaz de acomodarse a cualquier espacio, ser un acróbata, un domador de leones, un mago, un Indiana Jones, hasta un James Bond. Un acróbata de escena. Capas de equilibrar sus emociones y su cuerpo.
El actor que quiera poder conseguir su propio clown, deberá de trabajar arduamente en varias partes.
Técnica actoral
Improvisación
Control corporal
Lecoq propone que el actor que ha de enfrentarse a la búsqueda de su clown, lo haga al final del recorrió por su aprendizaje actoral, porque el clown requiere una intensa experiencia personal por parte del actor.
Técnica actoral
Para poder comprender la acción escénica y como se desarrolla esta es importantísimo estar en un constante proceso actoral, donde uno va descubriendo sus propios medios para llegar a sus metas, en su labor escénica. Y si bien el clown es más que un personaje, una parte de nuestro ser, no deja de funcionar como un personaje teatral. Por lo que el desempeño de este en escena debe de contar con toda una técnica actoral de gran calidad. Creyendo yo, que la técnica vivencial7 es la más asertiva para un trabajo que nace de la propia vida, de un ser que es parte de nosotros mismos desde siempre y para siempre.
Improvisación
Un clown es intuitivo, impulsivo y espontaneo, por lo que la improvisación se vuelve fundamental para el actor y el clown. No puedo imaginarme a un clown que planeé su día antes de salir de su casa. Obviamente sabe a dónde se dirige pero no sabe lo que le espera en el camino, y menos sabe donde terminara. “Un improvisador es como un hombre que camina de espalda, no sabe a dónde va pero sabe perfectamente de donde viene”8. Para un ejemplo ver “Tiempos modernos” de Charles Chaplin. Donde vemos a un Charlote que todos los días va a su trabajo, como un obrero más y cómo a este sus acciones lo van llevando de un trabajo a otro. En la película vemos a un Charlote que siempre sigue adelante sobre todas las desgracias que le pasan. Tanto así que en el final lo vemos caminando por una carretera, siguiendo adelante en su andar cotidiano, si saber lo que le espera. Siempre mirando al frente, nunca atrás.
Es por esto que el actor/clown, debe de tener una continua preparación en la línea de la improvisación, existiendo para esto la técnica que nos acerca Keith Johnston, creador de la improvisación como espectáculo teatral. Por medio de esta técnica el actor se prepara para poder resolver al instante su labor actoral, logrando poder crear historias que serán llevadas a cabo en el mismo instante de su creación. A través de esta técnica, el actor, se vuelve actor/director/ dramaturgo. Pues es en base a su toma de decisiones del momento que creara las historias. Este actor no tiene tiempo de titubear. Es preciso, seguro y firme en sus decisiones.
En mi labor personal como actor y clown, el conocimiento de la improvisación me ha ayudado de un gran modo, dándome seguridad, sabiendo que puedo salir de cualquier problema en escena, gracias al nivel de percepción que se requiere para crear un espectáculo en base a la improvisación. Y a la vez el clown me libera de pensar en esto no esto sí, porque esto funciona y esto no funciona. Simplemente hago y en transcurso todo se irá resolviendo.
Control corporal
Cualquier actor y en este caso cualquier clown, ha de tener un buen control corporal, primero que nada porque es lo que le dará una buena expresión física, refiriéndome con esto a un cuerpo interesante, colorido al público, con la facilidad de comunicar lo que desea con este. Y en segunda porque continuamente se encontrara con conflictos escénicos que pondrán en peligro su físico si no está preparado. Por esto es que el actor a de contar con un entrenamiento gimnástico, atlético, expresivo. Que le permita conocer y manejar su cuerpo de tal modo que este sea capaz de expresar lo que desea con claridad así como de adecuarlo a cualquier situación.
Para esto se puede ayudar con el estudio de danza, gimnasia, acrobacia, algún deporte, o cualquier disciplina donde el control del cuerpo sea fundamental.

El llevar a cabo un trabajo bajo la técnica clown, es un privilegio que se puede dar solamente un actor con disciplina, con amor por la técnica, repleto de conocimiento y ganas de existir de otra manera, el clown. Es un trabajo complicado, que requiere tiempo para lograr crear este nuevo ser, para que madure, para liberarlo de nosotros mismos, para crearle un cuerpo adecuado a él.
Necesitamos dejar de creer en el clown como un bufón, simplón, aquel personaje pintado que ameniza las fiestas con juegos. Darle su lugar en el mundo espectacular, tomarlo con seriedad, escuchar su discurso, ponerle atención a lo que nos comunica sobre nuestro mundo, a su visión. Puede darnos buenas pistas de cómo poder mejorarlo, y como mejorarnos nosotros mismos. Simplemente pongámonos en los zapatos del clown.

1.- Charlote: Personaje creado por Charles Chapling
2.- Pelicula Italiana, 1998, dirigida y actuada por Roberto Benigni
3.- El clown, un navegante de las emociones/Jesus Jara/ Moron de la frontera/ 20004
4.- El cuerpo poético/Jacques Lecoq/ Alba editorial/ 2003
5.- Personaje característico de la comedia del arte.
6.- El cuerpo poético/Jacques Lecoq/ Alba editorial/ 2003
7.- Técnica propuesta por el director y pedagogo ruso, Konstantin Stanislavsky
8- Keith Johnston/ Creador de la técnica de improvisación como medio de creación de espectáculos.

martes, 19 de octubre de 2010

orfeo

Escena I (Prologo)
Orfeo y Personas
En una plaza
(Orfeo toca una música melancólica y hermosa. En la penumbra algunas personas lo miran tocar como en un concierto íntimo)
Escena II
Orfeo y Euridice
Un prado
(Se escucha un río, sonidos de un lugar abierto, puede ser un bosque. Orfeo toca una música alegre. Entra Euridice, abraza el cuello de Orfeo por detrás, lo acaricia. Orfeo deja de tocar y la besa con pasión.)
Euridice: ¿Cómo es que puedes tocar música tan hermosa?
Orfeo: A esa pregunta no hay otra respuesta que tú.
Euridice: Eres tan dulce, que ni la miel de las colmenas de Aristeo se te compara.
Orfeo: No nombres a ese que trató de privarme de ti.
Euridice: Nunca volverás a escuchar su nombre.
Orfeo: Ahora dame un beso, Esposa mía. ¡Quiero gritar a los cielos! ¡Que se enteren que Euridice esposa es de Orfeo!
Euridice: Pero si ya lo saben. Recuerda que los dioses, nuestros invitados de honor fueron.
Orfeo: Callo. Pero bésame, silencia estos labios.
(Se besan)
Euridice: Quiero ir a caminar.
Orfeo: Mejor queda aquí a mi lado.
Euridice: Me iré a bañar al Peneo.
Orfeo: En ese caso, tocare lo más fuerte que pueda, para que me escuches desde allá.
Euridice: Mejor ven conmigo.
Orfeo: ¿Acaso quieres…?
Euridice: Aquí, allá, en Tracia, Atenas y demás.
Orfeo: Ya as despertado al de acá.
Euridice: Me adelanto para limpiar esto que as de probar.
Orfeo: Apura, pues he de contar, y no hasta cien será.
(Euridice se va. Orfeo comienza a contar. Lentamente va tomando su instrumento y el conteo va quedando en mutis hasta que comienza a tocar la melodía del inicio. La iluminación cambia. Ahora es sombría.)
Escena III
A la orilla de la laguna Estigia
Orfeo y Caronte
(Aparece Caronte y Orfeo)
Caronte: ¿Nombre?
Orfeo: Orfeo, hijo de Apolo y de la musa Calíope.
(Caronte busca en su lista)
Caronte: No hay lugar para ti en mi barca.
Orfeo: Vamos viejo Caronte, déjame pasar.
Caronte: No me molestes, que aunque viejo, en fuerza a Heracles me comparo.
Orfeo: A luchar contigo no he venido. Sino a pedirte un favor.
Caronte: Hacer favores no es mi labor, cruzar almas lo es, y tu aun no eres una. Así que vuelve a tu recinto de mortal, hasta que tú tiempo sea de estar acá.
Orfeo: Palabra alguna no existe que me haga volver, y si en tu barca no me has de llevar, entonces en la Estigia he de nadar.
Caronte: (Ríe.) No hay Dios, ni humano que en estas aguas pueda nadar. Cuida tu vida, que solo una tendrás.
Orfeo: ¿Qué es vida, si Euridice no está?
Caronte: Ni por ella ni nadie, te he de pasar.
Orfeo: Escucha mi historia, entonces ya dirás…

ESCENA IV
Ninfas y Pan
Un bosque

(Un bosque de Tracia, las ninfas entretienen a Pan. Podemos ver a Euridice de espaldas bañándose.)
(Todo es fiesta y jolgorio. Es una fiesta orgiástica. Hasta que comienza a escucharse una música. Entonces todo queda en silencio.)
Pan: ¿De dónde proviene tan glamorosa música?
Alseide: En mis campos de flores no es.
Hesperide: Mis jardines muy alejados están.
Pan: Quiero saber del que toca tal pieza.
Hamadría: Quien es no lo sé, pero entre mis arboles anda aquel.
Pan: Vayan y tráiganlo aquí.
(Salen las ninfas, menos Euridice que se encuentra estática viendo hacia de donde proviene la música.)
Pan: ¿Que te pasa mi querida Euridice?, tú, las más bella entre las ninfas.
Euridice: Es que es tan bella.
Pan: Lo sé, asta en el Olimpo es raro escuchar algo tan bello.
(Silencio)
Pan: ¿Es que acaso Cupido a hecho de las suyas en ti?
Euridice: Pero si ni siquiera su rostro he conocido.
Pan: Este hijo de Venus y Marte ciertamente es un bribón.
(Reaparecen las ninfas y Orfeo)
Pan: Con que este es el causante.
Orfeo: ¿De qué me acusa un fauno?
Pan: Este un Fauno cualquiera no es. Pan, me suelen nombrar. Y te acuso de tocar la más bella música, entre los arboles de Hamadria.
Auloníades: Es tan bello.
Hiadés: Tan poético.
Napeas: Tan melodioso
Pan: Dejar de cortejar y mejor atender a mi invitado.
(Las ninfas se dispersan para traer, comida, bebida, etc. Es entonces que Orfeo y Euridice se miran.)
Orfeo: (A Pan) ¿Quién es?
Pan: (ríe)… esa es Euridice.
Orfeo: Euridice… que bella es.
Pan: (En susurro) La más bella de las ninfas.
Orfeo: No he visto otra igual.
Pan: (Aparte) Flechado este también esta.
Orfeo: ¿Puedo?
Pan: Adelante, háblale, pues es de verdad.
(Orfeo se acerca a Euridice. Se miran a los ojos, frente a frente. Oscuro)
Escena V
Orfeo y Pan
El mismo bosque
(Tocan cada quien su instrumento. Orfeo su lira y Pan su flauta (Siringa) de carrizo)
Pan: Veo a Euridice en tus notas.
Orfeo: Cierta mente.
Pan: Te ha hechizado su belleza.
Orfeo: Y algo más. Esperándome paréceme que estaba… Desde siempre.
Pan: Y a la vez tú siempre la buscaste. ¿No es así?
Orfeo: Así es como lo siento.
Pan: Mira esta flauta con cuidado. Su nombre es Siringa.
Orfeo: Bella en forma y sonido.
Pan: Y más bella aún en su pasado.
Orfeo: ¿Su pasado?
Pan: Hubo un tiempo en el que Pan se enamoro de una bella ninfa, Siringa de nombre. Era tanto el amor de este que no soporto el rechazo de ella. Entrado en locura, poseerla quiso a la fuerza. Siringa huyo a las orilla del río Ladon, quien es su padre, y le pidió protección, él aceptando, en caña la trasformo. Pan sufrió tanto al enterarse de esto, pues la culpa lo agobio. Ladon al ver el sufrimiento de Pan, le permitió cortar algunos trozos de Siringa y con esto la flauta construyo.
Orfeo: ¿Siringa esta es?
Pan: Verdad por cierto.
Orfeo: Que triste historia la de tu amor.
Pan: El amor es triste, pero también es lo más bello.
Orfeo: Para mí el amor por Euridice siempre será bello, nunca triste.
Pan: Un consejo te doy. Nunca pierdas la cordura por amor. Esté el más cruel enemigo puede llegar a ser.
Orfeo: Tu consejo tomo.
Pan: Bien. Ahora preparémonos para la boda.
¡Qué Hermes avise a todos! Pues Orfeo y Euridice se unen por amor.

Escena VI
Orfeo y Caronte,
A la orilla del Estigia
Caronte: Basta ya de perder el tiempo, calla y regresa a tu hogar… que en la barca de Caronte no subirás.
Orfeo: En verdad que eres…
Caronte: ¡Calla!, ¡calla de una vez y deja en paz a este viejo, que no se conmoverá con palabra alguna…
Orfeo: Me lanzare a la Estigia.
Caronte: En ti quedara.
(Caronte comienza a desamarrar la barca)
Orfeo: Entonces partir nunca me veras.
(Orfeo se sienta en una roca y comienza a tocar la lira. Caronte que ya va en la barca, queda hipnotizado por el sonido y regresa)
Caronte: Sube y toca sin parar… que si esto se llega a terminar a la Estigia lanzado serás.
(Orfeo sube)

Escena VII
Euridice y Aristeo
Un bosque
(Euridice entra corriendo, huye de Aristeo que la trata de violar)
Aristeo: Detén ya esas dulces piernas y deja que Aristeo te demuestre su amor.
Euridice: Detenerte tu deberías, pues de Orfeo soy.
Aristeo: Mira mujer, que como esta no hay dos.
Euridice: La de Orfeo es mejor.
Aristeo: Demostrártelo será un honor.
Euridice: Honor ganarías si olvidaras idea tan atroz.
Aristeo: Atroz seria desperdiciar tan buen festín.
(Aristeo la atrapa y comienza a tratar de desnudarla)
Eurdice: ¡No!, ¡por Zeus, no!
Aristeo: Calla y disfruta que para ti será mejor.
(Aparece Orfeo. Al ver lo que sucede, corre y arremete contra Aristeo, a quien sorprendido Orfeo lo golpea con mucha furia. Euridice después de recuperarse y ver lo que pasa va y detiene a Orfeo)
Euridice: ¡Detente Orfeo!
Orfeo: ¿Detenerme?, ¡nunca. Polvo será este, antes de que yo me detenga!
Euridice: No manches tus manos de sangre el día de nuestra boda.
Orfeo: ¡pídeme cualquier cosa, pero eso no!
Euridice: No te lo pido por mí.
Orfeo: ¿Acaso por él?
Euridice: Aun menos por él.
Orfeo: ¿Entonces?
Euridice: Por nuestro futuro. De mal augurio seria que se derramara sangre el día de nuestra boda.
(Orfeo deja de golpear a Aristeo)
Orfeo: Huye, y vive con miedo a encontrarme.

Escena VIII
Orfeo y Cerberos
Ante las puertas del Hades.
(Orfeo entra corriendo, llega a las puertas y trata de abrirlas, pero estas no ceden, se apoya de espalda contra ellas, está aterrado. Se puede escuchar Cerberos, cada vez más cerca, gruñe y ladra terroríficamente.)
Orfeo: Acaso he de morir aquí, ante la puerta que me separan de Euridice. Morir desmembrado por las fauces de Cerberos, yo que fui parte de la elite de héroes que por el vellocino de oro una Odisea llevaron. Si estuviera aquí Heracles. Pero solo me encuentro, penando por mi amor, por esa que debía de proteger, a la que ninguna ponzoña le permitiría yo tocar siquiera un cabello de Euridice. Le he fallado, y mi penitencia pago viniéndola a buscar, ante su lecho le jure que la devolvería a mí lado, aunque al mismo Hades tuviera que entrar. Antes de ella mi notas eran tristes, solas vagaban por los aires. Ella les dio alegría, fuego y corazón. Pero pronto estás volvieron a su gris naturaleza. Ahora todo aquel que escucha mi música llora sin razón. Fue corto, muy corto, el paseo al mundo que sus amores me llevaron. Ignorar su existencia hubiera sido lo mejor. ¿Que no daría por ella, Por mi Euridice, por mi dama, mi canción? ¡Acércate animal, tómame, destroza mis carnes, termina con mí dolor!
(Comienza a tocar una pieza muy triste, las lágrimas le bañan la cara. Cerberos se escucha ahora más cerca que nunca. Orfeo cierra los ojos y sigue tocando. A sus espaldas las puertas se abren y el cae al interior. Las puertas se vuelven a cerrar.)


Escena IX
Orfeo y Euridice
Ante la tumba de Euridice
(Orfeo toca ante la tumba. Al fondo Euridice se va acercando poco a poco hasta él.)
Euridice: Notas tristes, pero hermosas.
Orfeo: Ahora escucho su voz, ¿es acaso la locura lo que trae la voz de su espíritu ante mis oídos?
Euridice: No tienes nada que hacer ante mí lapida, levanta y ve a recorrer las tierras pregonando tu música.
Orfeo: Ahora me trata de liberar de mi pena. Aun en reposo busca la tranquilidad para mí. Ahora la amo más y más me aferro a ella.
(Euridice lo abraza por la espalda)
Euridice: Ámame pero a mí no te aferres, imposible es que me tengas, me voy, no volveré, lo sabes bien. Mejor utiliza ese fervor de amor para a con otra a la que yo bendigo.
Orfeo: Ahora siento sus brazos, y su respiración como un aire del norte. Y me hierve la sangre. Pero a la vez me pide que ame a otra, imposible me parece, pues otra nunca igualara a esta.
(Euridice le besa la mejilla)
Orfeo: Sus labios. He sentido sus labios. Esos labios que tan corto tiempo disfrute, pero que eternamente recordare.
(Euridice se levanta y se pierde en el fondo)
Orfeo: Ya a partido, me vuelvo a sentir solo. ¡Me pides que te deje en el pasado! ¡Que casi te olvide, que mi música sea para otros! ¡Pero yo no quiero! ¡Pero yo te quiero! ¡Y si para tenerte es necesario al mismo Hades he de acudir!


Escena X
En el tribunal del Hades
Minos, Radamantis Éaco (Jueces del inframundo), Hades y Orfeo.
Radamantis: ¡Debe ser castigado con una eternidad de azotes!
Éaco: Su caso no ha sido bien estudiado.
Radamantis: Ha osado adentrarse en donde un vivo no debe.
Éaco: Otros ya lo han hecho antes.
Radamantis: ¿Y acaso por eso merece este el perdón?
Éaco: Nuestro trabajo es ser justos.
Radamantis: Entonces porque osas contradecir lo que sabes que es justo.
Minos: ¡Callen ya, que la última palabra la tengo yo!
Radamantis: ¡pero…!
Minos: ¡He dicho callen!... y ahora escuchen lo que desea nuestro señor.
Hades: Gracias querido Minos. Me agrada escuchar el fulgor que despierta en ustedes su labor. Pero contengan su pasión. Ciertamente Orfeo a osado romper con lo debido, te doy la razón Radamantis (Este mira burlón a Éaco). Pero no cualquiera logra siquiera atreverse a mirar la entrada a mi reino, y muchos menos llegan al tribunal vivos. Creo que él chico merece dar sus razones. (Éaco le devuelve la burla a Radamantis) Ya entonces, podremos actuar con justicia. Que no se diga que juzgamos con ligereza. (A Orfeo) Muchacho, te doy la palabra, úsala bien, de ti depende.
Orfeo: Gracias mi señor. Me pide que explique el porqué de mi osadía. No hay otra más que amor. E vendió a implorarle que la vida le devuelva a Euridice, mi señor.
Radamantis: ¿Como atreves a pedir por otro lo que deberías pedir por ti?
Orfeo: Pedir por ella es pedir por mí.
Radamantis: ¿Acaso no te das cuenta que lo que está en tela de juicio es tu vida?
Orfeo: Mi vida la tiene ella. En juicio eso no está.
Éaco: Si no me equivoco una ninfa es ella.
Orfeo: La más bella.
Éaco: ¿Amantes ó maridos?
Orfeo: Pan, su bendición nos dio.
Radamantis: Estamos para juzgar su acción no su relación.
Éaco: ¿Y de donde crees que nació su acción?
Minos: Cada uno formule su opinión.
Radamantis: Comenzare yo: El acusado ha roto con lo permitido, y se defiende con metáforas de amor. No encuentro razón alguna por cual su osadía gane el perdón. Pide que se le devuelva la vida a la que desposo. Esa que por una serpiente murió, puesto que el destino así lo dicto. Suicidarse para él pudo haber sido una mejor acción. Ahora el castigo es la única opción.
Éaco: Es un joven lleno de amor, cegado por tal razón. Sus acciones lúcidas no son, pero llenas de pasión. Ciertamente esta donde no debe, pero su valor honor merece. ¿Qué tan grande es su amor para llevar a cabo tan dura labor? Bien sabemos que todo aquel que ha llegado hasta aquí, de un poco de indulgencia es merecedor.
Radamantis: ¡Al rato estaremos llenos de dolidos por amor!
Minos: Una pregunta tengo para ti, Orfeo: ¿Cómo has logrado pasar por Caronte y Cerberos?
Orfeo: Creo que mi música la llave me dio.
(Minos, Radamantis y Éaco se reúnen alrededor de Hades. Toman una decisión)
Hades: As roto las reglas, lo sabes bien, y de castigo merecedor eres. El tribunal ha dispuesto lo que justamente mereces. Disponte a escuchar y no oses dudar en acatar. Salvarte de esto ni tu música podrá: Por dónde has llegado as de volver. Tu música tocaras, detenerte no podrás. Por la que has venido te seguirá, mas no has de voltear jamás la vista atrás, hasta que del Hades librado estés.
Escena XI
Orfeo y Euridice
(Orfeo camina mientras toca con su lira una pieza tranquila, a sus espaldas camina Euridice, se escuchan ruidos, lamentos, gritos, derrumbamientos, bestias. En el momento que está por llegar a la luz, la salida del Hades. No soporta más y voltea. Ve como Euridice se desmorona ante sus ojos, volviéndose ceniza.)
Escena XII (Epilogo)
Orfeo y personas
Es el mismo lugar de la primera escena, Orfeo sigue toca una pieza melancólica, la gente se va acercando poco a poco a con él. Cuanto más cerca está la gente su música se va volviendo más desgarrada, grotesca, bizarra. La gente lo circunda y finalmente lo devoran. La gente se retira. Lo único que queda es su lira y una mancha roja.
TELON

Zepo y Lino

Zepo y Lino
Escena I
(Zepo chifla a la ventana de Lino pero nadie responde)
Zepo: ¡Lino!
Zepo: ¡Lino! Chingado, se quedo dormido. Le dije: paso por ti amaneciendo, pero es re flojo, con razón siempre llega tarde a la escuela. ¡Lino!
(Junta unas cajas y se sube en ellas para alcanzar la ventana… la golpea con la mano. La ventana se abre de repente, mandando a Zepo al suelo.
Zepo: ¡¡Hayy!!
Lino: Quiubo
Zepo: ¿Cómo que quiubo? Te quedaste dormido guey. Te dije: paso por ti en cuanto amanezca… y ni digas nada… cállate… no…nada… ni nalgas que… bien que quedamos anoche. Cuando estábamos espiando a tu prima… ¿Qué?... ¿qué?… no vayas a rajar… y ya… Órale, ponte los pantalones y caile.
Lino: ¿y la escuela?
Zepo: ¿Cuál escuela guey? Si es domingo. Órale, no te hagas guey, aquí te espero, ha, y traite la resortera.
Lino: No sé donde está.
Zepo: Esta debajo de tu almohada, siempre duermes con ella para que tu mamá no te la quite. ¡Órale guey!, córrele ya.
Lino: Voy pues.
Escena II
Zepo: ¡Córrele!
Lino: ¡perame!
Zepo: Órale (sorprendido)
Lino: Zaaaas… (Lino cierra la puerta)
Zepo: ¿Por qué en tu azotea no hay gallinas?
Lino: Porque soy alérgico.
Zepo: ¿Seguro que no nos vio el conserje?
Lino: si esta mas ciego que tu abuelo.
Zepo: ni conoces a mi abuelo.
Lino: pero me lo imagino.
Zepo: Además bien que no está ciego para ver a las morras de la secu que pasan por el edificio.
Lino: es que las huele.
Zepo: Hablando de oler. Ponte a buscar los calzoncitos de tu prima, deben de estar por aquí colgados.
Lino: Simón. Aquí tienen que estar.
Zepo: Órale pues.
(Comienzan a buscar entre los tendederos. Juegan con la ropa colgada. Lino se pone a jugar con las gallinas.)
Zepo: Órale guey, deja ahí, te vas a morir.
Lino: ¿Por?
Zepo: ¿no que eras alérgico a las gallinas?
Lino: A, si verdad.
Zepo: Órale, ponte a buscar.
Lino: Ya voy.
(Lino encuentra los calzones de su prima.)
Lino: ¡estos son!
Zepo: Orale, vámonos pues.
(La puerta está cerrada)
Zepo: ¡No abre!
Escena III
Lino: Fue el Zepo. Deberás que yo nomas vine a buscarlo. Le dije que no, pero no me izo caso, le dije: ¡no seas puerco, deja ahí, son de mi prima!... No, no quise decir que estuvieran puercos tus calzones, sino que… No prima, no… si están re bonitos… hasta huelen rico… no, yo no los olí, me dijo el Zepo… Pues yo pensé que se quería robar una gallina, y como es alérgico el guey, pues vine a recordárselo, pero cuando llegue, ya tenía tus calzones en la mano y los olía así, mira, así le hacía… yo no prima, neta que no… bueno, sí, pero nomas poquito… ¿Qué?... a pues bien bonito… si… así como a florecitas… ¿al Zepo?... bueno, ahorita le hablo…si prima… (Se asoma por la puerta) ¡Zepo!, que vengas… Adiós prima.
Escena IV
(La azotea del edificio de Lino)
(Llega Zepo)}
Lino: ¿Qué paso, te regaño mucho? (Fisgonea a su prima). Mira Zepo, ya se va a cambiar. ¿No quieres ver? (Zepo se acuesta y ve el cielo). Perdón Zepo, no te enojes, no le quería decir todo eso. Es que ya sabes cómo soy, se me salió, así, sin querer. (Zepo sonríe) ¿No estás enojado verdad? ¿Amigos? (Se dan la mano. Lino se acuesta y ve al cielo, siente un olor raro, se huele la mano. Se incorpora y voltea a ver a Zepo. Zepo sigue sonriendo.)
Telón.

No te vayas

A=Armando
B=Laura
C= Magda
Escena I
(En la sala A lee el periódico)
A: ¡Aparecieron dos más!, ya van quince esta semana. Pronto ya no va a haber desempleo ni sobrepoblación en esta ciudad. Y pensar auq hace unos años todos decíamos que en esta ciudad no pasaba nada (ríe). ¿Quieres desayunar aquí o desayunamos fuera?... ¿me escuchaste?...¿Laura?...¡Laura!
B: Desayuna tu.
A: ¿No tienes hambre?
B: Sí, pero quede de ir con Magda a desayunar.
A: pero…
B: No empieces. Y ya deja de leer esas cosas, no sé como puedes leer eso. Mejor lee los deportes como cualquier hombre. (B sale del cuarto. A toma la sección de deportes)
Escena II
(La habitación está a oscuras en la cama esta A y C haciendo el amor)
C: ¿te gusta?
A: Si, me encanta.
C: mmm, ¿así?
A: Si, así, así, así.
C: ha, ha, ha, ha. (Los dos llegan al orgasmo)
A: ¡Laura!
C: ¡Pendejo!
A: ¿Qué?
C: ¡Estas pensando en Laura mientras cogemos! Aparte de hijo de puta pendejo.
A: ¿Te dije Laura?
C: No estoy segura, pero mira, cogemos de nuevo y esta vez pongo más atención. ¿Sale? ¡Pendejo!
A: Ok.
C: ¡Chinga tu madre!
Escena III
(En la sala)
B: ¿Armando?
A: ¿Qué pasa amor?
B: Tenemos que hablar
A: Te juro que es mentira amor. Pinche Magda es una mentirosa. Ya sabes que no me traga.
B: Magda no tiene nada que ver.
A: ¿a no? ¿Entonces de que tenemos que hablar?
B: ¿Te acuerdas que había una plaza en la empresa para la que metí solicitud?
A: Aja…
B: ¿No te acuerdas verdad?
A: Sorry, pero no.
B: Nunca me pones atención por estar leyendo tu pinche periódico.
A: Por cierto, anoche aparecieron otros tres descabechados.
B: ¡Armando!
A: ¿Qué?
B: Estamos hablando.
A: A, si, es verdad.
B: Bueno. Pues esta plaza es en Monterrey y es muy bien pagada.
A: aja, ¿y?
B: Pues que me la dieron pendejo.
A: Haaaaaa.
B: ¿Eso es todo lo que vas a decir?
A: ¿Qué quieres que te diga?
B: Pues no sé…
A: No te vas a ir.
B: ¿Qué?
A: No te puedes ir.
B: ¿Me estas queriendo decir que renuncie a esto?
A: No que renuncies, solo que te quedes con el trabajo que tienes aquí.
B: ¡No mames Armando! ¡Se trata de mi carrera, esta es una gran oportunidad que no puedo dejar pasar!
A: ¿Y yo?
B: ¿Tú?
A: Ya ves, no habías pensado en mí, eres una egoísta.
B: ¡Claro que he pensado en ti, en los dos!
A: ¿Pero te quieres ir?
B: Y tu conmigo.
A: No mames, ¿Qué voy a hacer en Monterrey?
B: Pues lo mismo que haces aquí, pide tu cambio.
A: No. Yo no me voy. Además allá no voy a poder leer el periódico.
B: Allá hay periódicos.
A: Pues sí, pero no es lo mismo.
B: ¡Eres un pinche enfermo!
A: Además, si te vas ya no vas a poder ver a Magda.
B: ¿Magda?
A: Sí, ¿Qué no es tu mejor amiga?
B: Y también es tú amante.
A: …
B: Sí, Armando, lo sé, tengo mucho que lo sé.
A: ¿Entonces?
B: Entonces es que te amo, por más que he intentado odiarte no he podido.
A: Lo siento, es que…
B: No me des explicaciones. ¿Entonces qué? ¿Vienes conmigo?
A: …
B: ¡Adiós!
A: (Toma el teléfono y marca) ¿Magda?
Telón

Un secuestro embarazoso

Un cuarto, sin ventanas, con una sola puerta negra de metal, cuelga un foco en el centro que apenas da una muy tenue luz. Bajo el foco hay una silla y en él un hombre negro, amarrado, con claros golpes en el cuerpo. Es un hombre de unos 32 años, elegante, se encuentra inconsciente. De repente se abre la puerta y por ella entra un hombre, tiene el pelo largo, barba crecida, tosco, vestido de modo simple: un levis, camisa blanca y tenis blancos y desgastados.
Trae una cubeta con él, en el interior trae agua, esta se la lanza al tipo de la silla, este despierta y se queja. El agua esta fría. -¿Dormiste bien?- le pregunta. Pero este no responde.-ha, perdón. Sleep well?- no le responde.- Puta madre. Por más que uno es cortes contigo, pinche negro de mierda.- le da con la cubeta en la cara- ¡fuck!- grita el negro.- no que no hablabas, pinche masoquista- el negro lo voltea a ver y le sonríe. – Quisiste quitar las cadena a los demás, pero a ti te encanta que te amarre- este tipo se levanta la camisa y deja ver una panza de embarazado. Los dos sueltan la carcajada. El tipo embarazado se acerca al negro, lo acaricia, se quita le quita la camisa, se sienta sobre él y apaga la luz.
Fin