martes, 19 de octubre de 2010

Un secuestro embarazoso

Un cuarto, sin ventanas, con una sola puerta negra de metal, cuelga un foco en el centro que apenas da una muy tenue luz. Bajo el foco hay una silla y en él un hombre negro, amarrado, con claros golpes en el cuerpo. Es un hombre de unos 32 años, elegante, se encuentra inconsciente. De repente se abre la puerta y por ella entra un hombre, tiene el pelo largo, barba crecida, tosco, vestido de modo simple: un levis, camisa blanca y tenis blancos y desgastados.
Trae una cubeta con él, en el interior trae agua, esta se la lanza al tipo de la silla, este despierta y se queja. El agua esta fría. -¿Dormiste bien?- le pregunta. Pero este no responde.-ha, perdón. Sleep well?- no le responde.- Puta madre. Por más que uno es cortes contigo, pinche negro de mierda.- le da con la cubeta en la cara- ¡fuck!- grita el negro.- no que no hablabas, pinche masoquista- el negro lo voltea a ver y le sonríe. – Quisiste quitar las cadena a los demás, pero a ti te encanta que te amarre- este tipo se levanta la camisa y deja ver una panza de embarazado. Los dos sueltan la carcajada. El tipo embarazado se acerca al negro, lo acaricia, se quita le quita la camisa, se sienta sobre él y apaga la luz.
Fin

No hay comentarios:

Publicar un comentario