Un cuarto, sin ventanas, con una sola puerta negra de metal, cuelga un foco en el centro que apenas da una muy tenue luz. Bajo el foco hay una silla y en él un hombre negro, amarrado, con claros golpes en el cuerpo. Es un hombre de unos 32 años, elegante, se encuentra inconsciente. De repente se abre la puerta y por ella entra un hombre, tiene el pelo largo, barba crecida, tosco, vestido de modo simple: un levis, camisa blanca y tenis blancos y desgastados.
Trae una cubeta con él, en el interior trae agua, esta se la lanza al tipo de la silla, este despierta y se queja. El agua esta fría. -¿Dormiste bien?- le pregunta. Pero este no responde.-ha, perdón. Sleep well?- no le responde.- Puta madre. Por más que uno es cortes contigo, pinche negro de mierda.- le da con la cubeta en la cara- ¡fuck!- grita el negro.- no que no hablabas, pinche masoquista- el negro lo voltea a ver y le sonríe. – Quisiste quitar las cadena a los demás, pero a ti te encanta que te amarre- este tipo se levanta la camisa y deja ver una panza de embarazado. Los dos sueltan la carcajada. El tipo embarazado se acerca al negro, lo acaricia, se quita le quita la camisa, se sienta sobre él y apaga la luz.
Fin
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