martes, 19 de octubre de 2010

Zepo y Lino

Zepo y Lino
Escena I
(Zepo chifla a la ventana de Lino pero nadie responde)
Zepo: ¡Lino!
Zepo: ¡Lino! Chingado, se quedo dormido. Le dije: paso por ti amaneciendo, pero es re flojo, con razón siempre llega tarde a la escuela. ¡Lino!
(Junta unas cajas y se sube en ellas para alcanzar la ventana… la golpea con la mano. La ventana se abre de repente, mandando a Zepo al suelo.
Zepo: ¡¡Hayy!!
Lino: Quiubo
Zepo: ¿Cómo que quiubo? Te quedaste dormido guey. Te dije: paso por ti en cuanto amanezca… y ni digas nada… cállate… no…nada… ni nalgas que… bien que quedamos anoche. Cuando estábamos espiando a tu prima… ¿Qué?... ¿qué?… no vayas a rajar… y ya… Órale, ponte los pantalones y caile.
Lino: ¿y la escuela?
Zepo: ¿Cuál escuela guey? Si es domingo. Órale, no te hagas guey, aquí te espero, ha, y traite la resortera.
Lino: No sé donde está.
Zepo: Esta debajo de tu almohada, siempre duermes con ella para que tu mamá no te la quite. ¡Órale guey!, córrele ya.
Lino: Voy pues.
Escena II
Zepo: ¡Córrele!
Lino: ¡perame!
Zepo: Órale (sorprendido)
Lino: Zaaaas… (Lino cierra la puerta)
Zepo: ¿Por qué en tu azotea no hay gallinas?
Lino: Porque soy alérgico.
Zepo: ¿Seguro que no nos vio el conserje?
Lino: si esta mas ciego que tu abuelo.
Zepo: ni conoces a mi abuelo.
Lino: pero me lo imagino.
Zepo: Además bien que no está ciego para ver a las morras de la secu que pasan por el edificio.
Lino: es que las huele.
Zepo: Hablando de oler. Ponte a buscar los calzoncitos de tu prima, deben de estar por aquí colgados.
Lino: Simón. Aquí tienen que estar.
Zepo: Órale pues.
(Comienzan a buscar entre los tendederos. Juegan con la ropa colgada. Lino se pone a jugar con las gallinas.)
Zepo: Órale guey, deja ahí, te vas a morir.
Lino: ¿Por?
Zepo: ¿no que eras alérgico a las gallinas?
Lino: A, si verdad.
Zepo: Órale, ponte a buscar.
Lino: Ya voy.
(Lino encuentra los calzones de su prima.)
Lino: ¡estos son!
Zepo: Orale, vámonos pues.
(La puerta está cerrada)
Zepo: ¡No abre!
Escena III
Lino: Fue el Zepo. Deberás que yo nomas vine a buscarlo. Le dije que no, pero no me izo caso, le dije: ¡no seas puerco, deja ahí, son de mi prima!... No, no quise decir que estuvieran puercos tus calzones, sino que… No prima, no… si están re bonitos… hasta huelen rico… no, yo no los olí, me dijo el Zepo… Pues yo pensé que se quería robar una gallina, y como es alérgico el guey, pues vine a recordárselo, pero cuando llegue, ya tenía tus calzones en la mano y los olía así, mira, así le hacía… yo no prima, neta que no… bueno, sí, pero nomas poquito… ¿Qué?... a pues bien bonito… si… así como a florecitas… ¿al Zepo?... bueno, ahorita le hablo…si prima… (Se asoma por la puerta) ¡Zepo!, que vengas… Adiós prima.
Escena IV
(La azotea del edificio de Lino)
(Llega Zepo)}
Lino: ¿Qué paso, te regaño mucho? (Fisgonea a su prima). Mira Zepo, ya se va a cambiar. ¿No quieres ver? (Zepo se acuesta y ve el cielo). Perdón Zepo, no te enojes, no le quería decir todo eso. Es que ya sabes cómo soy, se me salió, así, sin querer. (Zepo sonríe) ¿No estás enojado verdad? ¿Amigos? (Se dan la mano. Lino se acuesta y ve al cielo, siente un olor raro, se huele la mano. Se incorpora y voltea a ver a Zepo. Zepo sigue sonriendo.)
Telón.

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